viernes, 22 de junio de 2012

Álvaro Restrepo e “Inxilio: el sendero de lágrimas”



Conmemorando el segundo aniversario de su inauguración, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo presenta este sábado 26 de mayo “Inxilio: el sendero de lágrimas”, obra dancística del núcleo profesional de El Colegio del Cuerpo (eCdC). Entrevista con Álvaro Restrepo, director general de esta compañía.


El poeta William Ospina, Presidente de la Comisión de Conmemoración del Bicentenario por parte de la Alcaldía de Bogotá, le pidió a Álvaro Restrepo, director de El Colegio del Cuerpo (eCdC), que presentara una propuesta escénica para participar con su compañía en esta celebración. Restrepo quería realizar una ceremonia de reflexión y de catarsis colectiva poniendo el dedo en la llaga en el drama del desplazamiento forzado.

Fue así como en el Coliseo el Campín de Bogotá lideró una gran ceremonia en homenaje a las víctimas de desplazamiento forzado, en la que participaron 300 "oficiantes": 100 músicos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá dirigidos por Lior Shambadal, la soprano Sarah Cullins, la actriz Rosario Jaramillo, 25 bailarines de eCdC, 25 actores de diferentes escuelas y 150 personas en situación de desplazamiento residentes en Bogotá.

“Inxilio: el sendero de las lágrimas” es una versión de cámara de esta gran ceremonia, en la participarán ocho bailarines de la Compañía del Cuerpo de Indias (núcleo profesional de El Colegio de El Cuerpo), así como la Orquesta Sinfónica Juvenil Batuta Bogotá y la soprano Sarah Cullins, bajo la dirección de Juan Felipe Molano.

El Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo conversó con Álvaro Restrepo sobre esta obra.

¿Qué tiene de diferente esta versión de cámara a la ceremonia original? En ella interactuamos con imágenes de video que la realizadora Claudia Bermúdez hizo de la ceremonia masiva, fotografías de Olga Lucia Paulhiac y pinturas del maestro Leopoldo Javier Combariza. Digamos que es una abstracción más concentrada - en otro formato - de lo que fue el evento multitudinario del 2010.




¿Por qué escogió la Sinfonía de las lamentaciones de Gorecki como acompañamiento musical? Porque es una obra conmovedora que habla de la guerra, de la pérdida de los seres queridos y porque, al mismo tiempo que es desgarradora, también es fuente de consuelo y de espiritualidad como todo gran Arte. Gorecki murió en noviembre 2010, justo un mes antes del estreno; Alfredo Molano describió esta música de manera magistral al llamarla "lava...magma" por su densidad y profundidad.


 El tema del desplazamiento encierra un drama, ¿los espectadores se encontrarán con un drama?
INXILIO es un poema ritual, una meditación escénica y una abstracción, en un lenguaje poético, de un drama humano. La coreografía de Marie France Delieuvin, codirectora de eCdC, es eso: un poema escénico en movimiento.

¿Qué emociones quiere despertar usted en el espectador con INXILIO? Nuestro trabajo busca siempre poner al espectador en contacto con una experiencia espiritual, con lo sublime y lo sagrado que hay en la existencia. Nos interesa un espectador - activo- que trascienda a otra dimensión y que se conecte con su propia capacidad poética para interpretar y leer lo que ve, según su propia experiencia.


¿Qué le aporta a la obra tener una orquesta y una soprano interpretando la pieza musical en vivo? Siempre es un privilegio para los bailarines (y para el público) el poder trabajar con músicos en vivo. La música, como hermana gemela de la danza, hace parte del todo de la propuesta escénica y si es en vivo, pues hace que el espectáculo sea total. Además hay varios ingredientes que hacen que sea particularmente significativo trabajar con Sarah, Batuta y el maestro Molano: Sarah es una cantante formidable, además de poseer una gran belleza y presencia escénica. Cuando cantó con nosotros la primera vez estaba en su 7º mes de embarazo, lo que hizo aún más conmovedora su intervención pues la sinfonía habla de la maternidad y de la pérdida de un hijo en la guerra... Batuta es además un proyecto gemelo de eCdC: utiliza la música de la misma forma que nosotros utilizamos la danza para formar jóvenes que sean a la vez artistas y seres humanos de excelencia. El joven maestro Juan Felipe Molano es un gran talento colombiano quien, estoy seguro, dirigirá con gran madurez y profundidad esta obra extraordinaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario